La Osteoartrosis y las infiltraciones de rodilla: Opciones para sobrellevar el dolor

24 de Julio de 2020
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La Osteortrosis de rodilla es la perdida y desgaste del cartílago articular que se encuentra en el extremo inferior del Fémur y en el extremo superior de la Tibia. Cuando esto sucede los dos huesos pierden el mecanismo que les permiten realizar los movimientos correctamente, provocando que se rocen y como consecuencia desgastando los meniscos y en algunos casos formando espolones en los extremos de los huesos.

Esta enfermedad es degenerativa, es decir que no comienza de repente. Con el paso del tiempo las personas comienzan a sentir más dolor al realizar actividades sencillas como caminar y su movilidad va limitándose poco a poco. Lamentablemente no existe una cura, y en sus estados más avanzados la mejor opción es un Reemplazo total de rodilla, el cual ayuda a que los pacientes vuelvan a sus actividades diarias sin mayores complicaciones, en la mayoría de los casos. 

Como es paulatino el desgaste, el dolor aumenta de manera proporcional, afectando cada vez más la calidad de vidas de las personas que presentan esta patología, por esta razón existen algunos tratamientos que pueden ayudar a darle manejo, sin ser una cura definitiva al avance de la enfermedad. Su aplicación depende de una revisión médica por parte de un especialista en rodilla, quien determina si es viable según el grado de desgaste del paciente. Las opciones son:


  • Inflitración de corticoesteroides: Cuando los antiinflamatorios y analgésicos no han surtido efecto para el manejo del dolor se puede optar por realizar este tipo de infiltración, donde inyectamos un producto antiinflamatorio a base de cortisona para lograr disminuir la hinchazón y el dolor. Se recomienda especialmente cuando  hay una crisis de dolor en la artrosis de rodilla.


  • Viscosuplementación: Esta infiltración se realiza con Ácido Hialurónico, que es una sustancia viscosa que se encuentra en nuestros ojos, piel y articulaciones. Al inyectarlo en la Rodilla se convierte en un lubricante que permite que ésta se mueva sin dolor y fricciones. Los resultados positivos de este procedimiento varían de paciente en paciente, pero pueden durar hasta 6 meses, desapareciendo o disminuyendo el dolor de manera considerable.


  • Infiltración de Plasma Rico en Plaquetas: Para este procedimiento se utiliza la sangre del paciente, que pasa por un proceso centrifugado con el fin de obtener el plasma que contiene una mayor concentración de plaquetas, las cuales secretan factores de crecimiento que estimulan la regeneración del tejido en laboratorio, aunque estos hallazgos no se han confirmado en estudios clínicos. El uso del Plasma tiene un efecto desinflamatorio con el fin de eliminar el dolor r y mejorar la movilidad de la rodilla.

Aunque son opciones paliativas muy buenas dependiendo del caso de cada paciente, es muy importante recordar que no son curas definitivas y que el paciente debe seguir en constante seguimiento de su enfermedad y realizar todos los cambios en su estilo de vida necesarios para alargar lo más posible la vida del cartílago.  

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