Estas últimas semanas hemos pasado mucho tiempo en casa, lejos del sol, lejos, por supuesto, de la famosa Vitamina D, la vitamina del “sol”. Siempre hemos oído hablar de la importancia de está vitamina para nuestro sistema nervioso e inmune, pero ¿Sabías que también juega un rol clave en nuestros músculos?
Así es, la Vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio de los alimentos que consumes cada día, y este a su vez mantiene los huesos y músculos fuertes. Por estos días, obtener la cantidad diaria requerida por nuestro cuerpo es un poco compleja, teniendo en cuenta la cuarentena, pero no es imposible.
Una de las formas para lograr cumplir la “cuota diaria” es a través de nuestra dieta, alimentos como los pescados grasos, el queso, el huevo, la leche fortificada y el juego de naranja ayudan a subir los niveles de esta vitamina. Pero no es suficiente, el sol es el que finalmente nos da el mayor aporte y no debes salir de casa para lograrlo. Aunque los tiempos de exposición varían de persona en persona según el tipo de piel, la edad y la cercanía al Paralelo del Ecuador, puedes exponerte a él a través de una ventana o en tu balcón por periodos de 15 minutos diarios, tratando de exponer la mayor cantidad de piel posible, esto es suficiente para evitar una deficiencia. Así que ¡No hay excusa!
¿Qué pasa si no tengo suficiente Vitamina D?
La deficiencia de esta Vitamina puede producir trastornos óseos como la Osteoporosis en las personas mayores y Raquitismo en los niños; aumenta el riesgo de fracturas y relentiza la curación de lesiones óseas y articulares. La obesidad o el sobrepeso, problemas de paratiroides, insuficiencia renal o hepática y una absorción deficiente también pueden significar una deficiencia de Vitamina D, pero es necesario que un médico sea quien diagnostique a través de un examen.
Llegar aun punto de deficiencia en estos momentos puede ser mucho más complicado de lo que parece, recuerda que las clínicas y hospitales están volcadas a atender pacientes con síntomas del COVID-19, razón por la cual es mejor intentar buscar el sol por 15 minutos cada día que terminar en la sala de urgencias.