La literatura médica sugiere que el tiempo mínimo recomendado para el retorno al deporte después de una reconstrucción del LCA es de aproximadamente 8 a 9 meses. Un estudio reciente destaca que el retorno al deporte antes de los 9 meses se asocia con un riesgo significativamente mayor de sufrir una nueva lesión del LCA, siendo este riesgo hasta siete veces mayor en comparación con aquellos que retrasan el retorno. Además, se recomienda una evaluación multifactorial que incluya más de dos pruebas funcionales, pruebas de fuerza de los cuádriceps y los isquiotibiales, y una evaluación de la preparación psicológica.
En pacientes pediátricos, el tiempo de retorno puede ser más prolongado, y se sugiere que el retorno a deportes de contacto o pivotantes no debería permitirse hasta al menos 14 meses después de la cirugía debido al alto riesgo de re-lesión en los primeros dos años. En el caso de los atletas jóvenes, se ha observado que el retorno al deporte antes de los 9 meses aumenta significativamente el riesgo de una nueva lesión del LCA.
Por otro lado, algunos estudios sugieren que el riesgo de una segunda lesión del LCA es mayor en los primeros dos años después de la cirugía, lo que ha llevado a algunos expertos a postular que retrasar el retorno al deporte hasta dos años podría reducir significativamente este riesgo.
En resumen, el retorno seguro al deporte después de una cirugía de LCA debe ser individualizado, considerando tanto los factores físicos como psicológicos, y generalmente no debería ocurrir antes de los 9 meses postoperatorios, con una evaluación cuidadosa de la función y la estabilidad de la rodilla.