Lesión del Ligamento Cruzado Posterior

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El ligamento Cruzado posterior se localiza en la parte posterior de la rodilla; son bandas de tejido conectivo que unen la tibia con el fémur siendo el principal estabilizador de la rodilla en el plano posterior.

 

Las lesiones del Ligamento Cruzado Posterior  son raras; pueden ocurrir solas pero generalmente se asocia con otras lesiones de rodilla.

 

El mecanismo habitual son traumas de alta energía como un trauma directo sobre la parte anterior de rodilla, ya sea en un accidente de tránsito o realizando práctica deportiva sufriendo trauma sobre la rodilla flexionada (Mecánismo de hiperflexión de la rodilla y flexión plantar del tobillo).

 

Síntomas:

  • En el momento de la ruptura los pacientes refieren un dolor con inflamación de la rodilla posterior al trauma.
  • La inflamación produce que la rodilla se ponga rígida y genera cojera en el paciente.
  • Dificultad para caminar.
  • La Rodilla la siente inestable.

 

Diagnóstico:

El diagnóstico es clínico es decir asistiendo a valoración y examen  por un ortopedista de rodilla donde el realizara unas pruebas específicas para el diagnóstico de la lesión del LCP y descartar la presencia de lesiones concomitantes.

 

¿Cómo se trata la lesión del LCP?

  • El manejo inicial es con reposo, hielo, analgésicos y terapia física para recobrar la movilidad de la rodilla y la activación de los músculos de la misma.

  • Descartar la presencia de lesiones asociadas.

  • No hay ninguna urgencia de cirugía en agudo.

  • Se solicitara unos Rx para descartar fracturas y una Resonancia de rodilla para evaluar adecuadamente la lesión del LCP.

 

¿Cuándo se necesita cirugía?

  • Si la lesión es una lesión aislada del LCP se indicara manejo ortopédico logrando la recuperación completa de la función de la rodilla.

  • Fractura por avulsión del LCP.

  • Lesión concomitante ligamentaria.

  • Lesiones crónicas del LCP asociado  a dolor e inestabilidad.

 

 

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